Delipan: un negocio con tradición familiar

    Ubicada en Santa Tecla, en La Libertad, El Salvador, se encuentra Delipán, una panadería con tradición familiar que ha sido heredada de generación en generación. De acuerdo con Ana Alicia Dreyfus, propietaria, durante muchos años este negocio se llamó La Paz, dado al nombre de su abuela: Paz Salinas. Posteriormente, se lo heredó a su mamá, hasta llegar a sus manos. En 1991, Ana Alicia le cambió el nombre a Delipán, con el objetivo de renovar la imagen de esta microempresa. «Mi objetivo, al hacerme cargo de la panadería, era hacer crecer el negocio de una manera exponencial; tratar de hacer los productos que antes se hacían con ingredientes naturales, como la mantequilla de boca de cántaro, con la que mi abuela y mi mamá hacían la quesadilla de mantequilla. Como ahora algunos ya no existen, nos tenemos que adaptar a los productos que conseguir en este tiempo», comenta.

    Fue así que comenzó con tres empleados, dos en producción y uno en atención al cliente. De forma paulatina, la marca llegó a abrir otras cuatro sucursales en diferentes lugares del país.

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    UNA NUEVA ETAPA

    Con el tiempo, Ana Alicia descubrió que era más rentable ofrecer sus productos a través de encargos, pues de esta manera podía evitar algunos gastos, como el alquiler, y obtener mejores resultados. Es así como tomó la decisión de centralizar todos los servicios de Delipán en la sucursal actual en Santa Tecla. Hoy, la panadería lleva alimentos a colegios, instituciones y organizaciones autónomas en el país, así como a empresas grandes que realizan pedidos para cofee breaks, o desayunos en maquilas. «Les hacemos combos, por ejemplo para Thanksgiving (Día de Acción de Gracias), les vendemos pan con pavo, salsita, papas y brownie en una cajita transparente. Preparamos también mesas de postres para eventos como cumpleaños, boda, primera comunión… y a las empresas que tienen cafetines les llevamos pan dulce. Tenemos tres vehículos que reparten desde las cuatro de la mañana hasta las siete y media de la noche. También se reparte a las tiendas por pedido», expresa Ana Alicia.

    EL SECRETO DEL ÉXITO

    Mantener siempre la calidad del producto y saber lo que el cliente quiere, son algunos de los requerimientos para que un negocio de panadería sea exitoso, opina Ana Alicia. «Se debe innovar en el mercado introduciendo poco a poco nuevos tipos de repostería. Uno no debe meterse en campos desconocidos, es decir, no se puede elaborar producto que no se conoce a la perfección; y si no, debe aprenderse. Otro aspecto importante es darle un buen producto al cliente y lo que él quiere. Es importante tratar de investigar y visualizar qué es lo que desea», expresa Dreyfus. El pan con levadura o pan francés es sin duda el producto estrella de Delipán, pero la panadería también ofrece todo tipo de pan tradicional y dulce, como semitas, e incluso productos de pastelería. Fabrican cerca de 60 masas para las diferentes piezas que elaboran y trabajan en horarios fuertes, que incluyen hornear y atender a los clientes, desde la una de la mañana hasta las ocho de la noche. La propietaria señala que es importante mantener la calidad del producto, estar pendiente de la buena atención del cliente, enfocarse en darles prioridad y, a la vez, responderles por cualquier error. «Sin duda, la clave del éxito es trabajar en equipo, ayudar al personal y ponerse a la par de ellos si es necesario, todo para maximizar la venta. Yo aún horneo y preparo las boquitas cuando no tengo suficiente personal, porque a veces tenemos muchos pedidos y me tengo que involucrar. Todo lo hago con la gran satisfacción de ver a mis clientes que compran satisfechos en Delipán y que regresan», finaliza Ana Alicia.

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